Los Quevedos
Los Quevedos, declarados Bien de Interés Cultural por el Decreto 84/2008 del 29 de abril, se localiza sobre el lomo de igual denominación situado en las Medianías.
La especial situación del terreno, improductivo debido al afloramiento del sustrato rocoso en torno al que se distribuye el terrazgo productivo, fueron circunstancias determinantes para su elección como lugar de asentamiento y de concentración de las edificaciones.
El Barrio de los Quevedos está constituido por una quincena de inmuebles de tipología tradicional, exentos o adosados, entre los que se intercalan varias edificaciones recientes. La tipología de los inmuebles responde a los patrones característicos de la arquitectura rural del norte de la isla: plantas rectangulares con gruesos muros de mampostería basáltica, reforzados con cuñas y ripios y empleo de un rudimentario mortero de cal y arena, que en unos casos corresponde al sistema de «cabeza descubierta» (en el que aflora la cara exterior de los bloques de mayores dimensiones) y en otros se emplea únicamente en las uniones de éstos. En algunos casos, las esquinas de los inmuebles aparecen construidas con sillares de cantería, que proporcionan mayor estabilidad a la estructura. Algunas dependencias anejas de menor entidad están levantadas con muros de piedra seca sin ningún tipo de mortero.
Las edificaciones cuentan con una o dos plantas, caracterizándose estas últimas por la existencia de escaleras exteriores bien en madera (las más antiguas) o en mampostería que darían acceso al nivel superior. Las cubiertas son de teja árabe, muy antiguas y dispuestas a dos y cuatro aguas sobre una estructura de vigas, hibrones y listones. Los vanos son poco numerosos y de pequeñas dimensiones y sus dinteles, gualderas y solladíos están realizados con tablones de tea, al igual que las puertas y las hojas de las ventanas. En los dos casos existe un balcón fabricado en idéntico material.